Amadeo Barletta nació en 1894 en San Nicola de Arcella, Calabria (sur de Italia).
Llegó a República Dominicana en 1916 y fundó la empresa Santo Domingo Motors con la representación de General Motors en 1920, dirigida hoy en día por su nieto. En abril de 1935 Barletta, quien era también cónsul honorario de Italia, fue arrestado y condenado a cuatro años de prisión por el régimen de Trujillo por un asunto relacionado a una compañía tabacalera de interés del dictador. Barletta fue finalmente excarcelado gracias a las fuertes presiones norteamericanas e italianas, convirtiéndose así en protagonista de una página de la historia de aquella época.
En 1939 se trasladó a La Habana, donde volvió a adquirir la representación de la General Motors. En Cuba fue puesto en la “lista negra”, por ser italiano, y emigró a Argentina, regresando a Cuba nuevamente al final de la guerra. En 1963, después de haber criticado el ascenso al poder de Fidel Castro, salió de Cuba para regresar a Santo Domingo. Aquí volvió finalmente una vez más a sus negocios dominicanos, reconstruyendo de la nada y por tercera vez su empresa, Santo Domingo Motors. Moriría en Santo Domingo en 1975. Su tumba dice en italiano: “Caballero del trabajo” (“Cavaliere del Lavoro”, alto reconocimiento conferido por su país de origen).